Ya hemos contado en este blog de varias maneras qué es Passivhaus, de donde viene, a dónde va, etc. Pues aquí viene otro modo más de contarlo: como sistema. Passivhaus como sistema.
Claro, cuando dices de algo que es un sistema, la cosa ya, de entrada, plantea sus exigencias.
No vale decir que es un Todo y quedarte tan pancho –como si alguien supiera decir qué eso de Todo-. Ni decir que es holístico –esta palabra requiere mucho cuidado y preferimos no usarla por su tratamiento de la experiencia-. O que se comporta como un organismo –los pelos de punta se nos ponen ya-. ¿Entonces? Pues quedémonos con que usamos la expresión sistema simplemente como una unidad de análisis.
Cuando dices de algo que es un sistema, la cosa ya, de entrada, plantea sus exigencias.
- Históricamente, la conceptualización de sistema supuso la oportunidad de alcanzar conocimiento de algo de orden superior a ese mismo algo entendido por separado. Por ejemplo, cuando nos subimos a un monte y vemos, allá abajo, un pueblo, podemos conocer mejor su organización, flujos de circulación, etc. mejor que si estuviéramos en una calle del pueblo y no viéramos nada más que esa calle. Necesitamos esa visión para, por ejemplo, trazar una carretera de circunvalación que rodee la localidad.
- Ese orden superior se constituye por el carácter complejo de lo que queremos estudiar o analizar. En el ejemplo anterior, los flujos de vehículos del pueblo, al observarlos desde el monte, eran capaces de ofrecernos explicaciones que iban más allá de ellos mismos y que solo al observarlas en operación, pudimos entenderlas –cómo se movía cada vehículo-. Y esto generó nuevo conocimiento, que ya no era el de ninguna de las partes, sino del propio sistema. Cada parte constituía lo que ahora es un complejo que solo tiene sentido en la interrelación de las partes.
- Ahora, se supone que ese conocimiento nuevo, que es ya del sistema, puede establecerse de modo axiomático –axiomático quiere decir aquí que es un conocimiento que servirá para aplicarlo a otros muchos casos que ya no serán el de la carretera y seguirá dando resultado (habremos conseguido “estandarizarlo”)-. Si la carretera de circunvalación ha cambiado el comportamiento del tráfico, ahora, la movilidad es distinta. Es decir, ahora tenemos un sistema que se comporta como un complejo de elementos interactuantes. Si la carretera de circunvalación no hubiera cambiado nada del tráfico interno, pues no formaría parte de ningún sistema, porque no habría producido ninguna interrelación. Pero al construirla, lo que se produjo fue un nuevo equilibrio en la circulación del pueblo -los sistemas tienden a esto: al equilibrio, a la homeostasis, a la entropía negativa, a la “estática” a lo “pasivo”-.
Vale, vaya rollo de cosas “que todo el mundo sabe y qué manera de aburrir”. Vaya por delante que lo sentimos.
Sigamos aburriendo.
Veamos el famoso gráfico de los 5 principios Passivhaus (por favor, hagan lo posible por olvidarse del horror de las explicaciones que han oído en el 99% de los casos sobre este gráfico).
Hagan lo posible por olvidarse del horror de las explicaciones que han oído en el 99% de los casos sobre este gráfico.
Digamos de esta imagen que es el “gráfico del sistema Passivhaus”.
¿Qué tenemos? ¡Qué pasó? Pasó que en los años 80 del siglo pasado, cuando los curiosos de la física de la edificación observaron el comportamiento energético de los edificios, descubrieron que allí cada elemento iba por donde quería. Y se añadía a eso que el intento que se hizo en Alemania de ayudar –subvencionar- a la edificación con mayor aislamiento no estaba dando los ahorros energéticos deseados. El aislamiento quedaba aislado. Cero sistema.
De modo que, atendiendo a lo dicho hasta aquí, ¿qué podemos decir del sistema que el gráfico representa?:
- Que hay 5 elementos en los principios Passivhaus que solo se comprenden si comprendemos el sistema operando en su interrelación.
- Si falla uno de esos elementos, el sistema entra en desequilibrio y deja de ser “estático”, pasivo. Cada elemento irá por su cuenta y sin este concepto de sistema.
- Es el orden superior de los 5 principios el que nos revela conocimiento del funcionamiento energético del edificio, Cosa que cada uno de los 5 por separado no hacía.
- Fue necesario comprender la complejidad de la operación física para entender que “faltaban” elementos por caracterizar como sistemáticos. Porque solo el aumento máximo de insumos –de inputs, de entradas en el sistema- podía mantener el equilibrio de la temperatura –calefacción y aire acondicionado a mogollón y dinero y más dinero-
- La hermeticidad, estanqueidad y ausencia los puentes térmicos fueron elementos sistémicos nuevos que se identificaron una vez que el sistema reveló un conocimiento mayor que no “estaba” en el edificio entonces. Y fue el sistema el que generó ese mayor conocimiento.
- Como “sistema cerrado”, se interrelaciona con “sistemas abiertos”–climáticos y energéticos- y retroalimenta una dinámica permanente de equilibrio entre el sistema pasivo y el sistema externo o “abierto”.
- Este sistema, inicialmente experimental, dispuso de su propio modelo deductivo matemático para el cálculo del balance energético.
- Es predictivo. Es decir, consigue como sistema aplicarse a casi todos los tipos de edificación y en casi todas las partes del planeta.
- Estableció un nuevo equilibrio en el sistema energético del edificio.
- El usuario es elemento indispensable e insustituible. Es el único de los elementos capaz de tener auto-conciencia de la interrelaciona
Y aquí tenemos pues el decálogo del “sistema Passivhaus.” Útil, práctico, sensato y accesible.
Luis.
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